Con el estallido de la guerra el pasado 24 de Febrero millones de personas se vieron encerradas en un país devastado por el ejército Ruso. La sociedad española unió sus fuerzas para recoger materiales de primera necesidad con la intención de mandarlos a la frontera del país Ucraniano, las cuales se encontraban desbordadas por la llegada de refugiados.
Cientos de toneladas se almacenaron en un tiempo record. El problema llego a la hora de organizar el viaje de más de 2000 kilómetros hasta el punto de destino. En este momento el Grupo Mercantil Hermanos Laredo, que ya gestionaba la reagrupación familiar de personas relacionadas con la compañía en Polonia, se puso a disposición de las Asociaciones y de la Administración Pública para enviar, de forma desinteresada, este material hasta el punto de destino. Lo que significaba poner a disposición de la causa un vehículo, un conductor y la gestión logística de la ruta.
Para la dirección de la compañía, “teníamos claro que debíamos hacer algo, estamos especialmente sensibilizados con el pueblo ucraniano, realizábamos tráficos en este país, y además tenemos personas en nuestro equipo de nacionalidad ucraniana”. Además eran conscientes del problema logístico que se presentaba para mover todo el material que se estaba recogiendo, la experiencia en el transporte internacional, un grupo humano comprometido y los medios materiales y económicos necesarios hicieron posible el envío de 144 toneladas de mercancías a Ucrania.
En un primer momento la Asociación de Comerciantes de Torrelavega en colaboración con la Asociación de Ucranianos de Santander solicitaron el transporte de tres vehículos desde Santander y Torrelavega para la frontera con Hungría. Posteriormente la Agrupación de las Danzas “Virgen de las Nieves” de Tanos (Torrelavega) solicitaron un nuevo viaje de 22 toneladas de material, con destino Kamianets, una ciudad situada al oeste de Ucrania. Por último los trabajadores de Viesgo fletaron un tráiler hasta Hungria.
Todo esto se realizó de forma simultánea con el convoy formado por tres tráiler y cuatro vehículos de mercancía ligera que salieron desde Madrid. En esta ocasión un grupo de voluntarios de Titulcia (Madrid) recabaron materiales destinados a los más pequeños de la casa (toallitas, pañales y leche en polvo) que viajaron junto con material sanitario procedente del Hospital Isabel Zendal y llegaron a su punto en Polonia frontera con Ucrania donde se distribuyeron con la colaboración de Caritas.
Este viaje no fue en vano ya que el Grupo Mercantil Hermanos Laredo volvió con dos familias refugiadas que posteriormente instaló en las viviendas disponibles de su base de operaciones en Cantabria.
Dos madres con sus hijos que ahora pueden pensar en empezar de cero. Los menores ya han sido escolarizados en el IES Lope de Vega, además ya están practicando deporte con grupos de características similares en cuanto a edad y aficiones.